Nadie los esperaba, nadie creía que podía suceder. Algunos dicen que es el apocalipsis, otro el juicio final, el fin de los tiempos. Yo no puedo refutar ninguna pero solo puedo decir que esto es un completo desastre y que nadie estaba listo para esto. Sobrevivir era todo un reto y nosotros estábamos listos para afrontarlo. Este es el relato cronológico de los hechos que acontecieron hace exactamente 6 meses.
Los primeros casos empezaron a llegar a los hospitales gente enferma por un extraño virus nunca antes visto, el efecto en las personas era devastador, los médicos estaban anonadados y no sabían cómo actuar ante esta infección. El virus tenía unas 3 horas de gestación, producía una fiebre alta, luego invadía el cuerpo atacaba primero el sistema nervioso causando alucinaciones, ataques epilépticos. Luego entraba en una etapa de hibernación causando un coma que duraba alrededor de 3 días, luego sin aviso atacaba despiadado. Los órganos en cuestión de 30 minutos empezaban a fallar y era imposible detener el efecto.
El virus fue llamado: Solanum. Su tasa de mortandad era del 100%, ningún antibiótico funcionaba no había tratamientos. Solanum era además de extremadamente mortal era muy contagioso. En poco meses mas del 20 % de la población mundial estaba contagiada, los servicios de salud saturados, las escuelas serraban, la gente tenía miedo de salir de sus casa el mundo parecia estar condenado. Las muertes se contaban por miles, los laboratorios trabajaban en una vacuna pero los esfuerzos eran inútiles el código genético de Solanum era extremadamente complejo. La organización de las naciones unidas intentaba controlar las infecciones y brindar toda la ayuda posible a los países más necesitados. Los medios no paraban de transmitir sobre la infección, es extraño estar en tu casa y sentirte seguro y ver como el mundo se desmorona a través de una pantalla. Todo el mundo se sentía inseguro nadie sabía qué hacer ante esa situación. Las calles estaban la mayor parte del tiempo vacías y sin vida, casi muertas. La paranoia mundial era extrema, la gente se encerraba en sus casas con provisiones suficientes para sobrevivir meses.
Los hospitales saturados con gente tirada en los pasillos, muertos en las salas de esperas, era realmente una escena de guerra. Los médicos comenzaban a faltar, ya al estar tanto tiempo en contacto con el virus terminaban contagiándose y muriendo.
El estado solo daba conferencias de prensa diciendo en pocas palabras que todo estaba mal, el número de infectados crecía, se creó un grupo especial encargado de quemar los cuerpos muertos en infectados. El presidente esta resguardado en algún bunker del país.
Yo me resguardaba en mi casa había dejado de ir a trabajar, tenía miedo de esto no sabía qué hacer, nadie los sabia.
Dos meses después:
El centro para enfermedades contagiosas de Atlanta, America era el más grande de la ciudad, era público y uno de los mejor equipados del país. Todas las personas acudían a él, el centro estaba saturado no tenia doctores ni camillas ni espacio para los cadáveres y menos para los pacientes. Los pasillos estaban repletos de personas que no se sabía si estaban muertas o vivas el personal del hospital ya no sabía que hacer las enfermeras corrían de aquí para allá con medicamentos, los doctores no sabían que hacer ya que los tratamientos no funcionaban, Solanum era inmortal. Los médicos tenían que lidiar con las caras de los familiares de los condenados a morir sin poder hacer nada. La impotencia del sistema médico era notable, aunque este trabajara al 100 % no había manera de para la infección cada vez más gente infectada y cada vez más cadáveres.
Eran tantos los cadáveres que ya no sabían qué hacer con ellos. Los estadios de fútbol empezaron a emplearse como cementerios, se contrataban a personas por 20 dólares la hora, no se les daba nada solo un pala y cal. Se cavaban hoyos y se arrojaban los cuerpos sin vida y luego se les tiraba cal y se tapaba, toda su vida quedaba ahí todo lo que habían hecho en sus vidas solo para afrontar este terrible final, su futuro nunca existió y su pasado se borro y su único recuerdo seria un numero mas en las cuentas de muertos, un nombre más en la lista de los muertos, otra víctima de Solanum.
Después de tres meses los doctores no dejaron entrar mas personas al centro. Las personas de dentro morían. Entonces el personal medico empezó a buscar una cura para la enfermedad utilizando a las personas que quedaban vivas como cobayas.
Y aquí estoy yo escondido en una cabaña a las afueras de Atlanta
Siguen escuchándose los aullidos y gemidos, los he oído toda la noche, sé que me han encontrado y sólo me queda una bala en el viejo revolver que guardaba en mi casa. Creí que esta cabaña sería un lugar seguro... estaba equivocado.
Desde hace dos semanas no he visto a ninguna persona... ninguna normal. Tengo miedo, miedo de que sea el ultimo.
Se escuchan ya los golpes en la puerta de la cabaña, están aquí, no tardaran en entrar.
De verdad creí que sería un lugar seguro, en la mañana salí de la cabaña porque ya no tenia comida y me estaba muriendo de hambre.
Estoy a punto de salir cuando la barra que puse para atrancar la puerta está cediendo, ya veo las putrefactas manos de esas cosas intentando alcanzarme, para desgarrar mi carne con sus asquerosos dientes. Aprieto el revolver fuerte entre mis manos, sólo tengo una bala, tal vez le de al primero, en cuanto tumben la puerta, un disparo directo en la cabeza, pero... ¿Y los demás?
La puerta cede más, el olor de esos no-muertos impregna toda la cabaña.
Los zombies, entran aprieto el gatillo. Le doy al primero que entra en el brazo pero eso solo sirve para que se detenga unos segundos. Estan muy cerca, empujo a uno de ellos y corriendo salgo por la ventana de la cabaña. Me acerco corriendo al rio, oigo los rugidos de los zombies detrás de mi. Me subo a una pequeña embarcación y me dirijo rio abajo pero los zombies se paran en medio del río no me queda otra, paso por medio de toda la multitud de zombies. Se intentan subir pero los pocos que suben es facil empujarlos abajo. Dejo atrás a los zombies pero uno consigue subir cojo el remo y le doy al zombie n la cabeza, este grita y cae al agua creo que muerto . Llego a un pueblo pequeño. Como no se ven zombies decido bajar pero cojo el remo por si las moscas.
Llego a una casa con la luz encendida y llamo a la puerta. Pero no hay respuesta. Vuelvo a llamar pero nada. Oigo una leve respiración detrás mia, me giro lentamente y un zombie se acerca lentamente a mi. Con el remo le pego en la cabeza, el zombie se cae al suelo y el remo se parte. El zombie se levanta me coge del brazo esta a punto de morderme quando se abre la puerta y alguien dispara.
Un hombre alto, fuerte, de pelo castaño y ojos oscuros.
Entra-
Entro decidido y con miedo.
Me llamo Jack. Hay suficiente comida, si quieres te puedes quedar aquí.-
Y aquí estoy en casa de un desconocido esperando a que se vuelva a acabar la comida o a que me vuelvan a encontrar.
Me siento en una silla y espero. Al cabo de media hora pone en la mesa una cosa
marrón que supongo que es la comida y muy callados comemos. Unos minutos después
de comerme eso un grito destruye la tranquilidad de esta casa. El hombre se levanta y desaparece.
Minutos después el hombre grito.
-¿Hola?-
Dije en modo de pregunta bastante fuerte haciendo que se escuchara el eco por el edificio, Comencé a notar que todo estaba desordenado, parecía como si nadie hubiera estado por ahí en bastante tiempo. Entre en una habitación muy oscuro y pude ver al hombre.
-¿Señor sabe que paso aqui?-pregunte preocupado por que algo malo haya pasado en la casa. El hombre al oír mi voz dejo de mirar lo que estaba mirando y se dio la vuelta. Entonces fue cuando me sentí desorientado y muy pero muy asustado.
Aquel hombre tenia una aspecto joven y si no hubiera sido porque tenia la mitad del rostro destrozada con algunos trozos de piel colgándole y la camisa manchada de sangre capaz hasta me hubiera acercado mas. Di unos pasos hacia atrás mientras el me miraba con una mirada primitiva como si no fuera un humano corriente. Comenzó a caminar lentamente hacia mi haciendo un sonido raro como si estuviera entre respirando y gruñendo. Estaba tan asustado que no sabia que hacer entonces fue cuando se hoyo un disparo y la cabeza del hombre prácticamente exploto haciendo que cayera. Caí al suelo del susto y temblando trate de alejarme lo mas que podía de el. Después de eso unos gritos horribles se escucharon por todos lados, podía oír como algo o varias cosas se acercaban corriendo. Alguien me tomo del brazo y me comenzó a decir haciendo que corriera mientras gritaba del susto y algunas lagrimas caían por mi rostro del miedo. Todo había cambiado.
Corrí todo lo que pude sin poder parar ya que aquella persona no me soltaba del brazo mientras corría, estábamos yendo hacia la salida, mire a mis costados y pude ver sombras moviéndose por todos lados. Comencé a darme cuenta que no estábamos para nada solos.
Mire hacia la persona que me estaba agarrando del brazo y pude darme cuenta que era un hombre negro con el pelo muy corto, si no fuera por que estábamos huyendo de aquellas cosas que nos perseguían me hubiera puesto a verlo mejor.
Por fin al salir pude ver mejor aunque la luz me cegó un poco.
-Oh por dios-
Dije cuando puse ver que eran aquellas cosas que nos perseguían. Eran personas pero estaban como destrozadas, sus miradas aterraban, me quede sin aliento pero seguí corriendo. Era increíble como cada vez aparecían mas, cuando me di cuenta estábamos huyendo de cientos.
Llegamos hacia donde estaba una camioneta negra, abrió la puerta y me izo subir a los empujones por la parte de atrás ya que el asiento de copiloto parecía que estaba ocupado por otra persona.
-¿Que esta pasando?.
Pregunte agitado mientras la camioneta se encendía. Se escuchaban los golpes de cosas.
Pasamos diez minutos en silencio mientras el conducía, me acerque hacia donde estaba y pude ver quien estaba en el asiento del copiloto. Era una niña-¿Y bien? ¿Me vas a responder o no?-
Pregunte mientras me ataba el pelo que lo tenia todo despeinado. El hombre no aparto la vista de enfrente pero comenzó a hablar.
-Esas personas están infectadas... No se en que planeta vives que no te has enterado de nada..-
-Me escondi quando todo esto solo era un rumor y no me entere de mucho.
Me explique queriendo que por fin me explicara todo bien, no entendía que infección podría hacer que las personas quedaran así.
-Bueno el caso es que nosotros tampoco sabemos mucho, el día que comenzó todo lo único que decían era que estaban infectados, que su sangre y saliva era contagiosa, cualquier persona que fuera atacada y herida por uno de ellos tendría que ser asesinada con un disparo en la cabeza para que no se convirtiera en una de esas cosas-
Soltó un suspiro antes de seguir explicando mientras doblaba en una esquina. Podía aun oír aquellos gruñidos a lo lejos.
-Están casi muertos, pueden estar cortados a la mitad, no tener cuerpo y solo la cabeza, o cualquier cosa que se te ocurra para pensar que tendrían que estar muertos pero no lo están. Escuchamos por la radio que la infección va al cerebro, y hace que se puedan seguir moviendo, aunque no sabemos porque pero al momento que se contagian se vuelven salvajes, te atacan sin importarles nada, pero por que no son ellos, es algo que los vuelve animales, en realidad peor, pero solo quieren atacar para alimentarse, se alimentan de los que estamos vivos.-
No podía creer lo que estaba escuchando ¿estaba hablando de muertos vivos?
-¿Y donde están los militares o los que sean que nos tendrían que venir a rescatar?-
Pregunte haciendo que dejara de explicarme, era mucho por el momento para mi.
-¿Militares? jajaja, nadie nos va a ayudar, todos desaparecieron o simplemente se infectaron, estamos solos, la gente común, esta sola, los famosos, solos, los políticos solos. Todos están solos en esto, ni dios nos va a ayudar.-
Dijo con un tono de decepción en su voz. Solo me quede callado y mire hacia la nada esperando despertar de una maldita vez, si es que esto era un sueño. Esperaba que fuera un sueño. Llegamos a un edificio luego de un pequeño viaje, vi la entrada que hasta el tercer piso estaba toda tapada con tablas de madera, luego el resto parecía que tuviera las ventanas tapadas con cortinas o algo así.
Por aquí no había tantos de los otros por lo que me sentí un poco mas tranquila pero tenia curiosidad por saber que había pasado con los padres de aquella niña.
-Emm que paso con sus padres?-
pregunte corriendo un mechón molesto de mi pelo hacia atrás de mi oreja.
-Fueron infectados, así que ahora el grupo y yo estamos a cargo de la niña-
Dijo en voz baja como la mía cuando pregunte, la niña estaba dormida pero por las dudas para no despertarla seguía con ese nivel de voz. Solté un pequeño suspiro apenado. Pobre niña, tan pequeña y se había quedado sola.
-¿Como te llamas?-
Le pregunte ah el ya que en todo este corto tiempo no se había presentado.
-Richard..-
Espere a que me preguntara mi nombre pero es no paso, apretó la bocina despertando a la niña y asustándome a mi pero pude ver como desde el edificio se comenzaba a abrir una puerta bastante grande como para que entrara hasta un camión. Entro con la camioneta y todo quedo en completa oscuridad hasta que se cerro la gran puerta.
Me estaba empezando a poner nervioso pero encendieron las luces.
-Vamos saild-
Dijo una mujer pelirroja de no mas de 30 años.
Se abrieron las puertas y salí sin saber hacia donde ir, entonces me acerque al hombre y lo seguí total el me había salvado de aquellas personas, no creo que me llevara a ningún lugar peligroso.
-¿Hacia donde vamos?-
Pregunte luego de unos minutos. Estábamos caminando por un pasillo bastante largo, llegamos a unas escaleras y empezamos a subirlas. Luego de unos cinco minutos nos detuvimos, por todas las escaleras que subimos suponía que estábamos en el décimo piso. Me sentía bastante cansado pero no dije nada, no creo que fuera un buen momento para quejarse.
Caminamos por otro pasillo hasta que empece a oír a lo lejos la voz de algunas personas.
-No piensas decirnos quien es el?-
Pregunto un poco mas calmada para luego mirarme.
-Emm yo soy Dany..Si no fuera por el no se que me hubiera pasado-
Dije algo intimidado mientras me presentaba. Esperaba que esto pasara rápido. No tenia idea cuanto tiempo tendría que estar ahí y menos a donde iría ahora.
Pero me dieron comida y habitación es ese lugar y por fin puedo decir que estoy a salvo.